miércoles, 24 de octubre de 2018

Halloween es satánico


Halloween es satánico

 

Historia
La cultura celta
Los celtas fueron un pueblo que provenía originalmente de las islas de lo que hoy se conoce como Gran Bretaña. Ellos se esparcieron por todo el Imperio Romano, llegando hasta el Asia Menor, Galacia. Su religión fue politeísta, teniendo más 400 dioses. Entre ellos “Samhain” el dios de la muerte[1].
El día de celebración en honor a este dios fue la noche del 31 de octubre. Los celtas creían que el alma es inmortal y tenían la superstición que en esta fecha las almas de los muertos regresaban a la tierra para pedir alimentos.
Como ofrenda a Samhein se sacrificaban animales, pero también seres humanos, especialmente niños. Con esta ofrenda se pedía a ese dios; misericordia y bienestar.
La forma de proveer la víctima para el sacrificio era, que los sacerdotes (druida) colgaban en la rama de la puerta de una familia determinada una calabaza hueca con una vela encendida en el interior. Si la familia se negaba a dar al niño(a), se sacrificaba a toda la familia.

El catolicismo romano
Cuando el catolicismo romano llegó a las Islas Británicas, se cambió esta fiesta celta, con otra fiesta religiosa católica, la celebración de “Todos los Santos”.
La celebración de todos los santos, no tiene nada que ver con la Biblia, el Papa Bonifacio IV, instituyó esta conmemoración en honor a los “santos” que ya habían fenecido. Esta fiesta se celebraba el 13 de mayo. Más adelante, el Papa Gregorio III, cambió el día de celebración, al 1 de noviembre. Y es el Papa Gregorio IV que la estableció oficialmente en la iglesia católica a que sea celebrada mundialmente.
En nuestros tiempos
Volviendo al tema “Halloween”, fueron los británicos que emigraron a América que denominaron a esa fiesta con el nombre de “All Hallows Eve”. Pero siempre con esta superstición, que si venían las almas la noche del 31 de octubre, se les debía ahuyentar con cosas que dan terror y miedo. Como en el caso de la calabaza vacía y una vela encendida adentro el famoso “Jack-o Lanten (vigilante de la noche).

¿Cómo actuar como creyentes?
“Cuando era joven aprendía el idioma inglés en un Instituto Norteamericano. El hecho mismo de querer aprender la cultura de los angloparlantes, tenía deseos de participar en la fiesta de Halloween que para entonces se programaba. Pero al oír que hablaban de disfraces de brujas y otros personajes que tenían que ver con la muerte y Satanás no decidí participar”.[2]
¿Por qué?
Cristo nada tiene que ver con Satanás.
Satanás es un ángel creado[3]. Es decir tiene principio y va a tener un fin[4]. Por su orgullo y queriendo ser como Dios fue arrojado de la presencia de Dios[5]. Desde entonces, sino pudo contra Dios, actuó contra el hombre en Edén y le engañó.

La meta que tiene Satanás es destruir al hombre y esto no lo consiguió porque Jesucristo lo venció en la Cruz del Calvario. Con Su muerte nos redimió. Y con Su resurrección también nos dio la promesa de la vida eterna.

Satanás reina en las tinieblas[6] y tiene muchos servidores tanto en el mundo visible e invisible. Estos servidores se ocupan de que los creyentes en Cristo, caigan de la fe.
Por medio de la idolatría, las costumbres paganas y muchos otros pecados, mantiene ciego a los incrédulos. Y aquellos religiosos que sirven a Satanás en las iglesias donde se predica el Evangelio a medias, enseñan que los muertos vienen a visitar a los vivos. Esto es una mentira.

Jóvenes creyentes no participemos en nada con aquellos que esperan a los muertos, o se divierten como en este caso, la fiesta de Halloween.

Pablo nos advierte: Efesios 6
10 Por lo demás, hermanos míos, manténganse firmes en el Señor y en el poder de su fuerza. 11 Revístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las asechanzas del diablo. 12 La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes! 13 Por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes.



[1] Ver: Samhein. Wikipedia. org
[2] Testimonio del autor.
[3] Si bien Satanás es creación de Dios, la maldad nunca viene de Dios. Dios es santo. La maldad nace en el corazón de Satanás. Tanto los ángeles y el hombre en general son creados para tener libertad de actuar. En Satanás veremos, que es su orgullo que le lleva al pecado. Desea ser como Dios. De igual modo. El hombre queriendo ser sabio se hizo necio y esto lo aleja de Dios  y lleva a pecar. Ver: Romanos 1.
[4] Ver: Apocalipsis 20: 13-15.
[5] Ver: Isaías 14: 11-14; Ezequiel 28: 13-19.
[6] Ver: Efesios 6: 12

miércoles, 17 de octubre de 2018

La parábola del trigo y la cizaña


La Parábola del trigo y la cizaña

Introducción
En algunos países se celebra la “La Fiesta de Acción de gracias”. Esto al final de la cosecha. Como agradecimiento a Dios por sus bendiciones dadas.
En el Pueblo de Israel, también se celebró la llamada “Fiesta de la Cosecha[1]. Una fiesta que duraba siete días y todo el pueblo en ella participaba. Las viudas, los huérfanos, el extranjero estaban invitados a participar de Dicha fiesta.
El apóstol Pablo, también habla de este tema y lo relaciona con el aspecto económico administrativo de la iglesia. Es decir, la iglesia del Señor está llamada a sostener a aquellos que trabajan en la tarea pastoral de la iglesia.
Así, advierte a los creyentes: No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará (Gálatas 6:7). Advertencia, que no se debe pasar por alto hoy en nuestras congregaciones.
Jesucristo, también habla de la cosecha y lo relaciona con “el juicio del fin del mundo”.
Espero que el presente trabajo le sea de ayuda en el crecimiento espiritual. Sobre todo ahora que nos encontramos en esta fase de la realización del reino de Dios.
El editor
Davidquins

I. La tarea de Jesús
Antes de entrar al tema de la parábola, en Mateo 13 los primeros versículos me llaman la atención en tres puntos.

1. Jesús va a Su misión.
13: 1. Jesús salió de la casa y se sentó a la orilla del mar. El Salvador es “”enviado” por el Padre al mundo para “revelar” la voluntad de Dios, para “glorificar” al Padre. Para “compartir el amor” del Padre con sus discípulos[2].
Como vemos, esas son las metas de Jesús para ese tiempo que vino.
Una pregunta: ¿Cuál es tu meta en este tiempo para ti, en qué te ocupas?

2. Los oyentes de Jesús
13:2 …mucha gente se le acercó… Ya me imagino que quienes vinieron a escuchar el mensaje de Jesús, eran los líderes de la nación judía, los maestros de la ley, pero también la gente sencilla del pueblo.
 No olvidemos también a su propia familia. En Mateo 12: 46 se nos informa que su madre y sus hermanos querían hablar con él. Marcos nos narra. Que sus familiares pensaban que Jesús estaba fuera de sí (Marcos 3: 21).
De todos esos oyentes, algunos creyeron que Jesús era el Mesías esperado. En Mateo 12:23, la gente le llama: Hijo de David. Pero otros, como en el caso de los fariseos, le acusaron a Jesús de ser un representante de Satanás (Beelzebu).
Con este suceso de rechazar a Jesús como el Mesías esperado, hay una consecuencia muy especial y triste, la constitución, realización, del Reino de Dios, ha de ser postergado a un tiempo indefinido.

3. Jesús como maestro
13:3.  Entonces por parábolas les habló muchas cosas
Jesús al comenzar Su ministerio de la predicación lo hace como un Heraldo. Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado (Mateo 4:17). Mensaje que todavía la iglesia debe predicar.
Como “maestro” Jesús, de todas las enseñanzas que él  compartió, un tercio, lo hizo en base a “parábolas”.
A partir del capítulo 13 de Mateo, hemos de encontrar que Jesús usa de la parábola como un método de enseñanza.

¿Por qué les hablas en parábolas?
Fue una pregunta hecha a Jesús por sus discípulos. A esto la respuesta es: Porque a ustedes se les concede entender el misterio del reino de los cielos, pero a ellos no (Mateo 13:10-11).
Como ya vimos antes, los oyentes de Jesús se dividen en dos grupos. Los que creen en él y los que no creen.
A los creyentes se les está concedido entender el misterio del reino. Que privilegio más grande para “todos” los creyentes. Aquí no se conoce a especialistas (sacerdotes de la iglesia romana), o laicos. Aquí no hay grados de los iluminados como algunos pretenden serlo en sus sectas. Tampoco hay como aquellos que afirman tener más del Espíritu como el otro. O que pertenece a determinada secta que por guardar el sábado son mejores que los otros.
Pero Pablo, nos advierte: Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno (Colosenses 4.5).
Es decir, que la teoría se puesta en la práctica allí donde estemos.

II. La Parábola del trigo y la cizaña

24 Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero, mientras dormían los trabajadores, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Cuando el trigo brotó y dio fruto, apareció también la cizaña. 27 Entonces, los siervos fueron a preguntarle al dueño del terreno: “Señor, ¿acaso no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde salió la cizaña?” 28 El dueño les dijo: “Esto lo ha hecho un enemigo.” Los siervos le preguntaron: “¿Quieres que vayamos y la arranquemos?” 29 Y él les respondió: “No, porque al arrancar la cizaña podrían también arrancar el trigo. 30 Dejen que crezcan lo uno y lo otro hasta la cosecha. Cuando llegue el momento de cosechar, yo les diré a los segadores que recojan primero la cizaña y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero”». Versión: Reina Valera Contemporánea.

Esta parábola, es la segunda de Jesús y para aquellos que desean su interpretación, lean lo que Jesús mismo explica en Mateo 13:36-43.

Analizando algunos elementos

a) El Hijo del Hombre. Es el mismo que Daniel nos presenta. Veamos: »Mientras tenía yo esta visión durante la noche, vi que en las nubes del cielo venía alguien semejante a un hijo de hombre, el cual se acercó al Anciano entrado en años, y hasta se le pidió acercarse más a él. 14 Y se le dio el dominio, la gloria y el reino, para que todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieran. Y su dominio es eterno y nunca tendrá fin, y su reino jamás será destruido.
Es el Mesías a quien esperamos. Y notemos es el TODOPODEROSO a quien le pertenece todo lo que existe y Su reino no ha de tener fin.
¿Qué hace Jesús? Es el que siembra la buena semilla.

b) El campo. Es el mundo donde se niega a Dios el Creador y se hace enemigo de él. 

c) La buena semilla. Son los hijos del reino que viven en mundo, pero no son del mundo.

d) La cizaña. Los hijos del maligno, que también viven como vecinos de los creyentes.
e) El enemigo. Es Satanás, quién se opone a Dios con lo que “dice” y lo que “hace”.

f) La cosecha. Es el fin del mundo. Aquí pongamos atención a dos aspectos.
1. Este mundo donde vivimos va a tener un fin y esto no porque la ecología está destruida, la energía se terminó, o por una guerra mundial, sino porque a este punto final de la Historia es Dios que actúa.
2. El fin del tiempo, es un determinado, un período determinado.
ATENCION
Todo el tiempo que no ocurre el fin del mundo los hijos del reino, han de vivir junto a los hijos de Satanás.

Es decir, notemos la existencia de la buena semilla y de la mala semilla. Ambas crecen y será cuando al madurar y venga la cosecha que ambos serán separados.
Todo el tiempo que no hay cosecha, la mala semilla, crece y madura. Esto lo veremos, en la iglesia romana, hablan de Jesús, hablan de la Biblia, pero NO toda la VERDAD. Los Testigos hablan del paraíso en la tierra, pero no de nuevos cielos y nueva tierra donde reina Jesús por la eternidad. Los adventistas también hablan de Jesús, de la salvación, pero si tú no eres miembro de esa secta, y no guardas el sábado no perteneces a la iglesia verdadera. Estás perdido.

g) Los segadores. Son los ángeles, seres creados por Dios para su servicio. Ellos son los llamados a separar en el tiempo de la cosecha a la cizaña para echarlos al fuego.
Notemos quienes serán separados:
1. A los que sirven de tropiezo. Son pseudo creyentes que no son obedientes, y que hacen caer a otros.
2. A los que hacen lo malo. Es decir, todo aquel que vive sin Dios. Todo aquel que no caminan por la senda de Dios.
Reflexionemos:
Los hijos del reino, resplandecerán como el sol. Es decir, resucitarán. Serán guardados en el granero.
Los hijos de Satanás serán echados al infierno, separados de dios por la eternidad.
¿Dónde has de pasar la eternidad?


[1] Ver. Éxodo 23: 14-17; Deuteronomio 16.
[2] Sobre estos puntos ver Juan 17: 6, 18, 26, etc.